Veronica Muchiri, de la Iglesia Presbiteriana del África Oriental (IPAO), sabe que está generando un impacto cuando participa en la adoración junto con los miembros de las congregaciones locales de Dodowa, Ghana, esta semana.
Muchiri, quien encabeza el departamento de mujeres de la IPAO en Nairobi, Kenia, se encuentra en Dodowa del 7 al 15 de mayo para tomar parte en las reuniones del comité ejecutivo de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR). La agenda incluye varias oportunidades para visitar las iglesias de la localidad. La CMIR conecta a las iglesias miembros (o sínodos) de 108 países, representando a 80 millones de cristianos.
“Hoy por hoy, los miembros de la iglesia local creen que la CMIR es alguna organización ‘por allá en Ginebra’ que dicta las reglas sobre lo que van a hacer”, reconoce Muchiri. “Pero cuando la gente de la iglesia local se reúne en sus congregaciones con los miembros del comité, conoce a las personas reales que forman la CMIR. Y eso incluye africanos, incluso mujeres africanas como yo. Se dan cuenta de que somos personas ordinarias que han surgido del pueblo; tenemos preocupaciones en común como la justicia para las mujeres y la protección de los recursos naturales de la tierra”.
Muchiri, que es miembro de la Iglesia Presbiteriana del África Oriental (IPAO), espera aprender más de esta interacción con la gente de la iglesia local, especialmente acerca del contexto en que se encuentran las dos iglesias de Ghana que son miembros de la CMIR: la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Ghana y la Iglesia Presbiteriana de Ghana.
“En particular me interesa oír cuáles son los retos que enfrentan las mujeres de Ghana y compararlos con los que deben vencer las mujeres de Kenia”, declara Muchiri.
La visita del comité ejecutivo al castillo de Elmina —el tristemente célebre mercado de donde salían los esclavos hacia América del Norte y el Caribe— ha sido toda una experiencia para Muchiri, quien asistió recientemente a un congreso de la CMIR en Cuba sobre tráfico de personas, comúnmente conocido como esclavismo moderno.
“Quería ver cómo se realizaba el comercio de esclavos en África y relacionarlo con el tráfico de personas”, comenta Muchiri. “Quiero ver cómo la CMIR puede generar un impacto resaltando este problema ante las iglesias y proporcionándoles información, de modo que podamos trabajar trayendo justicia a nuestros países”.
Presbítera de su congregación —la IPAO de St. Andrews, en la capital del país, Nairobi—, Muchiri ha estado involucrada en la labor del movimiento de la Iglesia Reformada global desde 2006, cuando fue invitada a integrarse a una visita de construcción de paz a una región de Kenia donde había choques entre tribus. Tiempo después participó en talleres patrocinados por la CMIR sobre derechos de las mujeres y protección ambiental.
En 2010, Muchiri fue elegida para formar parte del comité ejecutivo de la CMIR. Es una de las tres mujeres africanas que se cuentan entre los 30 miembros del comité. Las otras son Salome Twum Ofori Danquah y Lydia Aku Adajawah, ambas de Ghana.
Mientras delibera con otros miembros del grupo de liderazgo de la CMIR estableciendo prioridades para los programas del año entrante, Muchiri lleva adelante su capacitación en psicología y desarrollo de la comunidad en la Universidad de Daystar, de Nairobi, y asimismo sus estudios de maestría en liderazgo organizacional en la Universidad Internacional Africana de Kenia.