Pregunta: ¿Qué obtienes cuando reúnes a más de 30 estudiantes, profesores y personal de más de una docena de países en el campus de un seminario en América central donde por tres semanas se llevan a cabo clases, cultos y experiencias de inmersión?
Respuesta: Una comunidad Cristiana mundial de futuros líderes ecuménicos.
Bajo el tema “Transformando la misión, la comunidad y la iglesia” tuvo lugar, en julio de este año, el cuarto Instituto Global de Teología (GIT por sus siglas en inglés) de la CMIR en las instalaciones de la Universidad Bíblica Latinoamericana en San José, Costa Rica.
“El GIT es una de los encuentros más efectivos para los teólogos jóvenes Reformados que anhelan conocer a otros estudiantes comprometidos y abiertos pertenecientes también a la familia Reforma”, dijo Bas Plaisier, presidente del GIT y miembro de la facultad. “Esta mezcla de culto, estudio, conferencias y exposición sobre una cultura e iglesia particulares es única y extremadamente significativa. Cada GIT ‘entrega’ muchos nuevos teólogos ecuménicos comprometidos y una nueva red de jóvenes Cristianos por todo el mundo.”
El programa de estudios del Instituto fue estructurado alrededor del tema, con un curso principal diferente cada semana al que asisten todos los estudiantes.
Los estudiantes tuvieron una gran variedad de cursos optativos para escoger. Los temas para este GIT incluyeron: “Lectura Bíblica Contextual”, “Misión Cristiana en América Latina” e “Identidad Reformada y La búsqueda de iglesias vitales”, entre otros.
Las experiencias de inmersión incluyeron asistir a las iglesias locales para rendir culto cada domingo, viajar a diferentes sitios alrededor de Costa Rica y visitar los proyectos sociales. Pero fue el compartir entre estudiantes lo que tendrá mayor impacto a más largo plazo.
“Los estudiantes vienen con sus historias —historias de esperanza, alegría, dolor y preocupación— y las comparten. Y cuando regresan a casa ya son parte de la comunidad global,” dijo Douwe Visser, secretario ejecutivo de la CMIR y secretario del GIT. “Para todos ésta es una experiencia profunda y única en la vida.”
Aruna Gnanadason, decana de la comunidad estudiantil del GIT concuerda: “Es un cambio radical porque los horizontes de los estudiantes se expanden considerablemente. Aprenden mucho acerca de la Cristiandad mundial al escuchar a mucha gente de diferentes contextos. Creo que el encontrarte con la vida de otras personas ayuda a entender la vida.”
Como la estudiante Cate Burton de Nueva Zelanda dijo, “Esto nos da la oportunidad de tener conversaciones profundas con personas de todo el mundo sobre temas que, previamente, sólo habíamos leído o escuchado en las noticias. Conocer gente real de esos lugares y escuchar sus historias es estimulante y profundo.”
“Claramente la experiencia más importante para los que participan es la formación de una comunidad internacional espiritual Cristiana, en la cual se sientan bendecidos al escuchar las historias de otros,” dijo Peter Wyatt, decano de la facultad del GIT. “Creo que esto los introduce en un contexto ecuménico a nivel mundial facilitándoles posibilidades y visión.”
“Para mí, la importancia del GIT no consiste en sólo escuchar”, dijo Joanna Hipp, una estudiante de los Estados Unidos. “Somos parte de un cuerpo global y, como nuestros propios cuerpos, tenemos que movernos, tenemos que actuar. La experiencia del GIT también me enseñó e inspiró a moverme, a ser parte de un movimiento para alcanzar la plenitud de la vida”
El GIT es posible gracias a la generosa ayuda del Evangelisches Missionswerk en Deutschland, el Council for World Mission East Asia Region , la Iglesia Protestante en los Países Bajos, la Iglesia Unida de Canadá, la Evangelisch-Reformierte Landeskirche des Kantons Zürich y la Fondation pour l’aide au protestantisme reformé.
Se planea que el próximo GIT tendrá lugar en las semanas previas al Consejo General del 2017 en Alemania.