La reconciliación toma forma en la acción concreta en Argentina

A pesar que la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y la Conferencia Mundial Menonita recién anunciaron el comienzo de una serie de diálogos bilaterales para fortalecer sus lazos, las comunidades reformadas y menonitas en Argentina resolvieron profundizar su propia cooperación.

Con buenos vínculos que datan desde hace mucho tiempo, las denominaciones argentinas inicialmente pensaron organización de un culto unido que pudiera dar forma al común anhelo de abrazarse en el servicio a un mundo sufrido y lastimado que necesita un toque sanador de la gracia de Dios.

El mencionado culto se realizaría a principios de 2020, pero la pandemia de COVID-19 cambió las prioridades. De repente, se convocó a comunidades religiosas para ayudar a las personas más vulnerables. De pronto las comunidades de fe fueron convocadas al servicio hacia las personas más vulnerables.

“Comenzamos a colaborar unas con otras en aquello que pudiera potenciar la diaconía comunitaria en los lugares donde cada una da testimonio de su fe concreta, en hechos concretos, en gestos de amor”, expresa el pastor reformado Gerardo Oberman. “Nuestra vinculación en el marco de la Pastoral Social Evangélica nos brindó la oportunidad de conocernos más, de valorar lo que cada una de las comunidades está haciendo en fidelidad al Evangelio liberador de Jesús.”

Por otro lado, animados por la Red Crearte, personas de diversas denominaciones, incluyendo a menonitas y reformados, y de varios países de América Latina, colaboran con una propuesta celebrativa en línea cada semana.

“Hemos sido desafiados a la cooperación fraterna y sorora con nuestros hermanos y hermanas reformadas, materializando aquella famosa frase de Menno Simons…Porque la verdadera fe evangélica… no puede permanecer dormida; sino que se manifiesta en toda justicia y obras de amor; ella… viste al desnudo; alimenta al hambriento; consuela a los afligidos; refugia a los excluidos; ayuda y consuela a todos los oprimidos; devuelve bien por mal”, manifestó Luis María Alman Bornes, Consejo Pastoral de la Comunidad Anabautista Menonita de Buenos Aires.

En ese sentido, el pensamiento menonita sintoniza con la preocupación de Calvino por la justicia social y su ética política y social, con fuerte impacto en el ejercicio económico responsable de la sociedad ginebrina de su tiempo, convirtiendo a la ciudad en una ciudad de puertas abiertas para refugiados y perseguidos, con una vasta tarea solidaria y de inclusión.

“En el marco de esta pandemia que recién empieza y que tendrá consecuencias sociales y económicas de efectos devastadores en importantes sectores de la población, necesitamos hoy más que nunca un ecumenismo de gestos concretos, que no solo sane las memorias del pasado, sino que construya también un presente inclusivo, sin sectarismos, que valore la riqueza de la diversidad que tienen nuestras tradiciones eclesiales”, afirma Oberman.

“Al menos en eso estamos animadas en este rincón del planeta las comunidades menonitas y reformadas. Sin duda el mejor camino hacia una reconciliación en la acción diacónica y solidaria, sostenida en la oración y en fidelidad al Evangelio, por el bien de nuestros prójimos y prójimas”, concluyó.