World Communion of Reformed ChurchesPresidente de CMIR se dirige a la Asamblea General
El Salmo 8 nos habla sobre la majestad de Dios y reconoce que Él es el creador de los cielos y de la tierra. Testifica el hecho que Dios tiene el control, no obstante parezca lo contrario. ¡Hoy el planeta está en crisis!”. De esta forma comenzó su discurso el presidente de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, Rev. Jerry Pillay, dirigiéndose al pleno de la Asamblea General reunida en Leizpig, Alemania.
“Hace 500 años los Reformadores estaban preocupados por el estado de la Iglesia, la renovación era el corazón de la Reforma.” Continuó el presidente, subrayando que en nuestros tiempos, es necesaria la renovación no solo de la Iglesia, sino de toda la sociedad: “Estamos en un planeta donde los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres”.
Pillay remarcó la necesidad de la Comunión Reformada de estar junto a los pobres, a los necesitados, señalando la necesidad de renovación y transformación de la Iglesia: para denunciar todas las injusticias, la corrupción; “necesitamos hablar entre nosotros antes de poder hablarle al mundo de lo que se debe hacer y lo que no”.
En ese sentido, advirtió sobre la diversidad teológica para afrontar diferentes cuestiones éticas, que lleva a la división “incluso en la Familia Reformada (…) La sexualidad humana y la ordenación de mujeres continúa dividiéndonos”. Sobre este aspecto, mencionó la presentación de una propuesta de “Declaración de Fe sobre la ordenación de mujeres” que será presentada durante la Asamblea.
Por último, resaltó la particularidad de la 26° sesión de la Asamblea, que reúne a representantes de más de 225 iglesias miembro, de celebrarse a en el año 500 de la Reforma. En ese sentido, destacó la visita a la ciudad de Wittenberg, ciudad que dejará de simbolizar el cisma del cristianismo, para representar la renovación de la iglesia y el acercamiento entre reformados y luteranos, y reformados y católicos romanos. Durante la ceremonia en la ciudad de Lutero, se firmarán los documentos “Testimonio de Wittenberg” y se suscribirá la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación”.